Empate en la zona alta.
La falta de ambición y de puntería de ambos conjuntos, dán como resultado un justo empate.
R.Ondiñas 0
Clínica Castrelos 0
Cierto es, que al Ondiñas, le faltaban bazas tán importantes como, su cerebro, Fonseca, y un defensor de garantias como Geni.
Pero también es cierto que el clínica Castrelos, jugó diez minutos con diez hombres y el resto del partido con siete justos.
Eso, si cabe, hace que este empate sea más nocivo para el Ondiñas, aunque visto el extraño desarrollo de la contiénda, tal vez sea un resultado más que justo.
El encuentro comenzó prometedor; El saque de centro, favorable al Clínica, se convirtió en una improvisada falta que se estrellaba en la cruceta de un Bogarde que apenas acababa de ponerse los guantes.
Pero, aunque el encuentro tuvo tensión, no fué ninguna exhibición de buen juego.
Tras este demoledor disparo inicial, el clínica, consciénte de su inferioridad numérica se encerró en la cueva esperándo al ondiñas con un ordenado sistema defensivo.
Estos primeros minutos fueron de dominio total por parte de los de Bouzas, los jugadores clínicos bien parapetados, aguantarón con mucha seriedad las continuas llegadas del Ondiñas.
Pero a estos les faltó confianza, aunque dispusieron del balón, apenas crearon ocasiones. Contabilizamos dos: Una pseudo llegada de Miguelín, y un extraño remate de espuela de Piojo a centro de Pedro.
Pero el Ondiñas no tenía las ideas claras, durante este periodo de superioridad, llegó paradójicamente la mejor ocasión rival; Tras una buena jugada del Castrelos, que contó con la indoléncia de los defensores Ondiñas, uno de los centrocampistas del Castrelos, se encotró con un balón franco dentro del área que conectó defectuosamente. Terminó enviándola fuera, al cruzarla demasiado.
Al llegar el séptimo jugador del Castrelos, el partido entró en una fase de intercambio de ocasiones. Desgraciadamente la falta de calidad por parte Ondiña, y el exceso de celo por parte del Castrelos, límito esas ocasiones a una colección de tiros lejanos.
Las mejores ocasiones fueron, sin duda para el Castrelos, (ya que, por lo menos, tiraron cuatro balones entre los tres palos.) El Ondiñas marró todos sus disparos, algunos de forma estrépitosa.
Justo antes de finalizar, el mejor tirador del Castrelos mandó el esférico a las nubes. El Ondiñas no tenía balón para sustituir la pelota extraviada. Esto le puede suponer al Ondiñas una sanción de quince euros.
Se perdieron cinco minutos, que luego el árbitro no descontó, provocando las lógicas protestas, por parte de un Castrelos que comenzaba a dominar.
El segundo tiempo comenzó para el Ondiñas de forma agobiante. Por lo menos duránte quince minutos el conjunto clínico tuvo el control total del partido. El Ondiñas, sin confianza en sus propias posibilidades, defendió como pudo esta peígrosa situación, y lo hizo bastante bien, ya que las ocasiones del equipo rival se limitaron a disparos lejanos, que Bogarde se encargó de atajar.
El Ondiñas cometió varios errores defensivos, pero por unos motivos o por otros, los jugadores del Castrelos fueron incapaces de sacarles partido.
En un error gravísimo de Miguelín, la lentitud del atacante dió tiempo al repliegue defensivo.
Poco más tarde Pedro solucionaba otra contra de similares carácterísticas, superando en velocidad a un jugador que se plantaba solo ante el meta Ondiñas.
Pedro cuajó una destacada actuación a pesar de su lumbalgia.
Los últimos diez minutos hicieron mella en el estado físico del Castrelos, que perdió su dominio. El partido volvió a abrirse. Apareció entonces la figura de Natxo, jugador que dispuso de dos ocasiones claras y logró hacerse con el control total de su parcela en medio campo.
Para colmo de males para el clínica Castrelos, un jugador se lesionó a falta de tres minutos para el final, obligándoles a acabar el partido como lo empezaron; Con seis jugadores.
Natxo tuvo la ocasión más clara casi al final del encuentro, en una bolea baja que desgraciadamente no acertó a golpear bien.
La última ocasión del partido fué una falta, a favor del Castrelos tras un inteligente agarrón de Miguelin a un jugador contrario, cuando este se disponia a chutar con poca oposición.
Hubo un rifi rafe entre Miguelín y el jugador del Castrelos, tras esta acción, que terminó sin consecuencias, aunque ambos terminaron amonestados.
A la falta respondió con acierto Bogarde, que fué el mejor del partido, en la mañana de hoy.
Poco despues, el arbitro pitaba el final, y ambos equipos se fueron relativamente contentos con el empate cosechado .
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