lunes, 21 de mayo de 2007

Crónica: Ondiñas-C.Castrelos

El Ondiñas dice adiós a la liga, y se complica mucho el ascenso.

El Castrelos resolvió con facilidad en siete minutos, y luego se dedico a jugar igual de mal que el Ondiñas.


Domingo 20 de Mayo de 2007. Picadero de Samil. 13:00 horas. Nublado .


R.Ondiñas 0



Cl. Castrelos 2


Se confirmó el mal momento de forma del Ondiñas tras la derrota hoy frente al Clínica Castrelos, que hoy se llevó la victoria merecidamente pero con matices.


El Ondiñas salía nuevamente huérfano de su goleador Fonseca, pero esta circunstancia lastró anímicamente a los jugadores Ondiñas mucho mas de lo que debiera.


Algunos jugadores del Ondiñas saltaron al campo mentalmente derrotados, algo que al final pasó una factura extremadamente grave.


El partido comenzó con un Castrelos lanzado en ataque, dispuesto a resolver cuanto antes. Esto coge a los jugadores Boucenses, fríos, e incapaces de elaborar un juego comprensible. Incapaces de elaborar juego, y temerosos e inseguros en defensa.


En plena vorágine ofensiva del Castrelos, Chupa dispuso de una ocasión de oro para lograr el primer tanto, tras una peligrosísima incursión de Frán, el Peruano probó desde media distancia, a lo que el cancerbero respondió con acierto, el rebote fue para Chupa que bajo palos remataba sin demasiada oposición, desgraciadamente lo hacía muy forzado, y solo la mala suerte evitó que el correoso lateral adelantara al Ondiñas.

En la contra siguiente, un disparo sin peligro del Castrelos, pegaba en un jugador del Ondiñas, descolocando a Bogarde, que vio impotente como el balón se introducía en la meta.


Después del tanto, llegaron los peores momentos para el Ondiñas; El Castrelos seguía con sus ganas de resolver, mientras que los Ondiñas perdían el poco ánimo que tenían, y el norte sobre el campo.

Las ocasiones del Castrelos se sucedían, y aunque casi siempre era mediante potentes cañonazos, la endebléz del Ondiñas era tal, que en momentos pareció que saldría del primer tiempo goleado.


Lo inevitable ocurrió tras una pérdida de Miguelín en el mediocampo (posiblemente propiciada por una falta), el contraataque, se convertiría en el segundo tanto del Castrelos. A pesar de la buena reacción de la defensa y del portero Bogarde, un rechace (que el delantero se llevó con la mano) acabó dentro de la portería.


Cuando peor estaba el Ondiñas, que se había convertido en un juguete a merced de sus rivales, el partido cambió; Se tornó feo, tosco, con ciertos amagos de agresividad descontrolada y poco atractivo para el espectador.

El Castrelos no ambicionó más y realizó cambios defensivos, dejó jugar más al Ondiñas, buscando la relajación física de sus mejores hombres.


El Ondiñas también realizó cambios, mejoró en actitud y en juego, pero solo fue una mejoría leve. Una mejoría leve e insuficiente.

El segundo tiempo transcurrió con esa tónica de antifútbol con la que terminó el primer tiempo.

El Ondiñas fue incapaz de aprovechar el regalo táctico que le ofrecía el Castrelos; El balón. Una y otra vez las pérdidas del Ondiñas se sucedieron, todos parecían querer deshacerse del balón cuanto antes, y no eran capaces de dar dos pases seguidos.


Por su parte el Castrelos ambicioso, y competitivo del primer tiempo se había convertido en un equipo ramplón, muy agresivo, y que a pesar de su dureza daba muchas facilidades para el juego del contrario. (Desgraciadamente el Ondiñas no fue nunca quien de aprovecharse de esto.)

La entrada de Geni, dio un aire mas técnico al equipo, y las pocas aproximaciones con sentido del Ondiñas, fueron comandadas por este jugador.

Más tarde aparecía Fonseca, pero era demasiado tarde, el árbitro le negó la entrada al campo cuando el partido se hallaba atascado y comenzaba a agonizar.


Los últimos minutos solo tuvieron fuertes entradas y una escalada de tensión,; Primero una fuerte entrada sobre Rubén, acababa con la participación de este en el partido, después llegaba un claro penalti sobre Victor que el árbitro no vio, la escalada finalizaba con una terrorífica entrada del propio Victor que se tomaba la justicia por su mano propinando una patada sin balón al jugador mas duro del Castrelos.


Hubo una pequeña tangana, y curiosamente Victor tan solo fue amonestado por su desmesurada entrada. Los propios jugadores del Castrelos vieron más tarjetas en ese lance que el Ondiñas en todo el partido.

El árbitro mostraba así su incompetencia, que quedó patente en muchas acciones.

Por fin finalizaba un partido feo, en el que el menos malo se llevaba los puntos con toda justicia. Una victoria que hace al Castrelos acreedor de un título de liga que ya le esta muy próximo, y que la semana que viene puede tener el ascenso matemático.


El Ondiñas, trata de olvidar ya este mes de Mayo, que solo le ha traído derrotas y disgustos.


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