lunes, 16 de marzo de 2009

Crónica: Balona Linense - A.E. Coya

El peso de la Balona.


Los Linenses acabaron derrotando a un combativo Coya en un partido intenso y disputado. Pousa fué el protagonísta negativo del partido.

El Balona Linense sufrió pero acabó imponiéndo su potencial ante un Coya que vendió muy cara la derrota.
Los jugadores del Coya pronto recibieron un primer tanto; Antes del minuto cinco, Suso adelantaba a los Linenses tras una genial pared con David en el corazón del área. Un gol para enmarcar, y no sería el último.

El Coya siguió jugando como si no hubiese ocurrido nada, sin hundirse, desplegó un juego vigoroso, ejerció una presión valiente y bastante efectiva.

Aficionados y jugadores Balonienses, satisfechos después del partido.

El Balona incómodo, porque no podía tocar con la tranquilidad a la que acostumbra, llegaba con contras de pocos pases extremadamente peligrosas para el Coya.

Los esfuerzos del equipo Coyénse se vieron recompensados de forma inesperada, cuando Pousa pitó un inexistente penalti por manos de Óscar. (Recibió un inocente pelotazo en la cara)
Santi paró la pena máxima, pero aferró el esférico sobre la línea. Desgraciadamente para el Balona, Pousa consideró que el esférico había entrado y dió gol para el Coya.

A las tímidas protestas de los Balonienses, un desatado Pousa contestó con tarjetas amarillas para Óscar, y para... ¡David! (¿Increíble, verdad?) Que se había dirigido a él con una corrección y mesura exquisitas.

Los blanquinegros quedaron un poco tocados y el Coya terminó adelantándose tras jugar sus mejores minutos tras el gol.
Después de el segundo tanto Coyénse, el partido volvió al punto en el que estaba antes de que Pousa metiera la pata; Con un Coya agresivo en la presión, y un Balona que podía fulminar en una contra en cualquier momento.

El empate llegó de penalty; Pousa pitó un más que discutible penalty en contra del Coya al caer Óscar dentro del área de estos.
El propio Óscar se encargaría de ejecutar la pena y volvían las tablas al marcador.

La primera fué fecunda en sucesos; Justo al final de la primera parte, Pousa volvió a inventarse un penalty en contra de la Balona.
Pero un entonadísimo Santi la detuvo y las tablas se mantuvieron.

La segunda parte tuvo mucha menos historia: El Balona hizo caer el partido de su lado, algo que era cuestión de tiempo.
El partido planteado por el Coya planteaba demasiados riesgos, y los goles fueron cayendo del lado Baloniense.

Un Pousa desatado expulsó a un jugador del Coya que se había cogido un berrinche. (Esta pudo ser la única decisión acertada de la sesión para un desafortunado Pousa que no contentó a nadie.)

Óscar fué el protagonísta del segundo tiempo al conseguir tres dianas que dieron el triunfo a los albinegros, gracias a jugadas a balón parado (Doble penaltys) y culminación de contras asesinas.
Uno de los tantos fué de antología, cuando ejecutando una falta con barrera, se marcó una baselina imposible con la que sorprendía al portero del Coya y a todos los presentes.

Si los delanteros del Balona hubiesen estado más acertados, la diferencia en el marcador hubiera sido mayor.

Partido incómodo, de escasa técnica y menos toque, aunque atractivo para el espectador porque muchas de sus fases fueron un auténtico correcalles.
El Balona recibirá ahora al peligrosísimo Vivarte antes de descansar. Se acerca el tramo decisivo del campeonato.

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