El espectáculo de luz ofrecido por Jarre en la plaza del Obradoiro
fué sencillamente monumental.
Hubo más rayos láser que en la guerra de las galaxias.
La catedral y los edificios colindantes se tiñeron de colores, los rayos láser inundaron el interior de la plaza jugando con todos los presentes, el sonido atronador atravesaba el alma de los 5000 espectadores congregados para ver en primera línea un evento irrepetible.
Para entrar hubo que guardar sitio desde bien temprano; Nuestra expedición llegó a las 17:30 horas, y por suerte Jean Michel Jarre y su equipo preparaban el escenario y hacían pruebas de sonido.
La cercanía del escenario permitía ver con nitidez lo que hacían los protagonístas, lo que hizo que la espera fuera muy llevadera.
La sorpresa llegó cuando, tras escuchar multitud de ruiditos curiosos, Jarre y su equipo sorprendieron a todos los que esperaban con cuatro temas completos. (Con su correspondiente entrega de ruiditos entre tema y tema.)
Finalmente, sobre las 21:30 y tras poner a punto el arpa láser del músico francés, los integrantes de la banda se fueron a cenar.
A las 22:30 comenzó el show, y lo que vimos todavía me pone la carne de gallina.
Un testimonio en vivo:
1 comentario:
El concierto fué un "imborrable" 31 de Julio.
Publicar un comentario