Por segunda semana consecutiva, el Celta Pool, perdió un encuentro en el que fué dueño y señor del balón.
Gila y Manu en el Celta Pool.
El Celta Pool intenta jugar al fútbol con calma, intenta to
car, quiere el balón, no tiene prisa, pero pierde...
La jornada anterior cayó ante el DJ Blanco en un partido de similares características, pero con una diferencia fundamental: El Dragones Rojos no tenía la mitad de recursos que atesoró el Blanco en aquel encuentro.
¿Entonces? ¿Porque pierde el conjunto céltico? Las respuestas son complicadas, pero hay algunas claves que podemos vislumbrar analizando este partido.
El partido fué un monólogo del equipo céltico. Los amarillos debieron disponer del balón en propiedad durante el 65% del tiempo como mínimo.
Sin embargo los hombres del Pool carecieron de proyección ofensiva y de pegada: Tan solo Luís consiguió ser un problema claro para el portero de los Dragones.
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Después, la falta de regularidad defensiva fué la tumba de los amarillos: Errores en las marcas significaron el 1-1 y el 2-3, y tres goles son más de lo que se puede permitir un equipo que no ha logrado marcar más de dos tantos en séis partidos.
Julio no pudo jugar.
Al Celta Pool le falta algo de garra y también un poco de espíritu ganador. La falta de tensión competitiva es lo único que explica que un equipo que domina el partido caiga de esta forma.
A pesar de todo el juego esta siendo bueno en algunos aspectos y puede que si no se desinfla estemos ante un equipo capaz de ver más hacia arriba que hacia abajo cuando acabe la primera vuelta. A pesar de las derrotas, por ahora no se ha visto nunca inferior.
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