El Celta Pool se vió claramente superado por un colísta muy físico.
Mal partido del Celta Pool que se dejó sorprender por un Heladería Venecia que fué muy superior en el apartado físico y disciplinario.
Los amarillos lo intentaron, pero no tuvieron su día y fallaron en todos los aspectos del juego: La falta de solidez defensiva permitió que encajara tres tantos claramente evitables, y el déficit ofensivo hizo que el equipo céltico tardara casi 45 minutos en hacer su primer y único tanto.
Juan sigue siendo un manojo de nervios en la portería, y aunque también tuvo intervenciones de mérito en el segundo tanto estuvo bastante desafortunado.
El partido estuvo incómodamente igualado para el Celta Pool desde el principio, y se comenzó a torcer con el primer gol del Venecia: Un horrible fallo de Luís fué transformado en gol por un fuerte trayazo de los negros que se adelantaban justamente.
El segundo gol vino por una contra que la defensa céltica no fué capaz de parar.
La primera parte terminaba con un 2-0 a favor de los venecianos y que además daba mejores sensaciones que los célticos, superados por el espectacular desarrollo físico de sus rivales.
El Celta Pool esperaba que los Venecianos bajaran el ritmo en el segundo tiempo, pero nada más lejos de la realidad; El Heladería con un hombre menos siempre corrió más que los hombres del Celta Pool. (Y no es que estos estuvieran apáticos ni nada por el estilo, es que los negros volaban sobre la cancha.)
Poco a poco el partido se rompió, el Celta pool tuvo sus ocasiones, pero el Heladería Venecia tuvo incluso más para meter el tercero.
Los últimos cinco minutos fueron los mejores para el Celta Pool: El equipo jugó un poquito al fútbol, con coherencia y buscando el tanto con algo de cerebro.
Natxo lograba aproximar a los célticos cuando quedaban algo más de tres minutos, pero un fallo de Iván en ataque (Firmó su peor partido como jugador del Celta Pool), desembocó en una falta que un rebote desafortunado convirtió en autogol de Natxo.
Así finalizó el partido con muchos despropósitos en lo que lo único salvable fué la actitud competitiva del Heladería Venecia y el esfuerzo estéril de Natxo. El Celta Pool no se pareció al de las últimas temporadas, y el árbitro, Paulo, con un afán de protagonismo muy marcado, cargó un encuentro muy deportivo con una serie de tarjetas amarillas inventadas que jamás debieron ser sancionadas como tal.
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