lunes, 16 de abril de 2007

Crónica: Ondiñas-Cl.Luis Vilas

Frán culmina el asedio

Un angustiado Ondiñas, sufrió mucho más de lo previsto ante seis hombres.

R.Ondiñas 2

Fonseca, Frán

Cl. Luís Vilas 1


Domingo 15 de Abril de 2007. Universidade de Vigo CUVI. Soleado


El R.Ondiñas sufrió horrores para imponerse al tercero por la cola. Esto tampoco sería nada especial, dado a la extremada igualdad que se esta dando en este grupo, pero aparte de la mala situación en la tabla, el Cl.Luis Vilas, jugaba con solo seis hombres.


Seguramente el Luis Vilas, también se vio perjudicado por la disputa en Balaídos, a la misma hora, del derby entre el Celta y el Deportivo de la Coruña.


El Luis Vilas, supo muy bien el tipo de partido que tenía que desarrollar; Bien replegado atrás, el equipo celeste dio toda la responsabilidad del choque al Ondiñas, que no tuvo más remedio que llevar la iniciativa.

Los primeros veinticinco minutos fueron un truño infumable, en los que apenas pasó nada. El Ondiñas se limitó a tocar el balón con bastante poca pericia, y con un ritmo tan bajo que arrancaba el bostezo.


El Luis Vilas encantado con la situación, defendía correctamente, tratando de enarbolar alguna que otra contra, aprovechando la peligrosa velocidad de sus jugadores más adelantados.


Los jugadores del Ondiñas estaba demasiado relajados. En todo momento fueron incapaces de dar ritmo al partido. Se movían por el campo de una forma más que parsimoniosa. (Con la excepción de Fonseca, que siempre se desgañita)


Para colmo, hubo bastantes problemas con el balón del Ondiñas, y el juego estuvo detenido bastantes minutos.


El público despertó con el primer tanto del Ondiñas, una jugada de lo más rocambolesca en la que el corazón y la cabezonería de Fonseca fueron determinantes, en un gol que entró a presión. (Remató muy cerca de la portería.)

A un par de ocasiones aisladas del Ondiñas se opuso la excelente intervención del portero del Luis Vilas, Bogarde por su parte, estuvo tranquilo, pero tuvo un susto al que respondió con una buena estirada.

Poco después, se le anularía un bello tanto de media tijera a Maca, por una falta previa, pudo ser la sentencia.




Con seis jugadores el partido parecía sentenciado, pero fue aquí cuando comenzaron los problemas para el Ondiñas. El equipo fue incapaz de administrar su ventaja con inteligencia y siguió especulando con el balón, sin saber muy bien si matar el partido o defender su ventaja para buscar los espacios rivales.


El Luis Vilas, siguió defendiéndose correctamente, realizando un gran trabajo, pero subió ligeramente sus lineas.


Si los jugadores del Ondiñas, habían salido relajados en la primera parte, en la segunda salieron dormidos. Hasta en la pachanga de Samil hubo más intensidad.


No tardaría en pagar su desidia. El Vilas si que supo leer el partido con más inteligencia, buscando el error en el medio campo, para lanzar peligrosas contras.


Un cambio de ritmo precedido de un robo, de uno de los delanteros del Vilas, superó a Victor y mediante un poderoso chupinazo fusilaba a Bogarde, que no pudo hacer nada en absoluto. Era el empate. Se palpaba la machada del Vilas.


Despertó entonces el Ondiñas, el súbito cambio de ritmo de los azules, arrinconó a un Luis Vilas que levantó un muro delante de su portería.


Se sucedieron los cañonazos, las jugadas y los centros del Ondiñas. Pero la defensa, y sobre todo, un inmenso portero, impedían una y otra vez el empate.


El partido mejoró. Las ocasiones del Ondiñas fueron cada vez más claras, pero a estos, les podía la angustia. Comenzó a aparecer la desconfianza en el compañero. Un contraataque de Fonseca, con un clarísimo tres para uno, acabó con un nuevo fallo del Ondiñas, al negar el propio Fonseca, el pase de gol a un Maca que se hallaba demasiado franco.


La angustia aumentaba con el paso de los minutos, el Vilas aguantaba formidablemente, y además, de vez en cuando conseguía complicarle la vida a la defensa azul, pero el desgaste físico era demasiado grande y no llegaron a disponer de ninguna ocasión excesivamente clara.


Pero en el último minuto, cuando parecía que el Ondiñas, tendría que conformarse con el empate, un rechace alto cayó delante de Frán que enchufaba un sensacional cañonzo, que se colaba por la escuadra del infranqueable portero del Vilas.


Un golazo que hizo estallar de júbilo a los aficionados y jugadores del Ondiñas, pero que hundía a los jugadores del Luis Vilas, ya que inutilizaba su titánico esfuerzo.


El Ondiñas, sigue metido de lleno en la lucha por el ascenso. Ahora deberá esperar sus rivales para clarificar su posición de privilegio.

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